sábado, 22 de septiembre de 2012

obsesión

Cuando comenzamos a hacer las cosas por orgullo propio ya podemos considerar que hablamos de una obsesión.
Es sencillo confundir una obsesión con amor, pero no es lo mismo. 
El amor lo sentimos, es una necesidad, esta en nuestro corazón y en todo nuestro cuerpo. La obsesión está en nuestra cabeza, la usamos como último recurso cuando las cosas no salen bien. 
Mi miedo es que las acciones que hago sean por obsesión y no tanto por amor.
A veces me siento confundida y no se que hacer pero cuando veo que alguien mas quiere lo que yo tengo me pongo furiosa, hago hasta lo imposible para conservarlo por que es mio y no me gusta compartir ese tipo de cosas. No creo que sea como algunos dicen 'uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde'. Mentiras, todos tenemos muy en claro las cosas que tenemos pero aún así nos gusta jugar e intentar otras cosas hasta que nos damos cuenta que podemos perder lo que siempre tuvimos y nunca cuidamos. 
Dejamos que las cosas importantes nos parezcan insignificantes hasta llegar a tal punto en el que las cosas se nos van de las manos. Pero a veces es tarde. 
Es como cuando vamos a la peluquería, vamos decididas a hacernos un buen corte con las mejores expectativas y sin pensar en lo que puedan opinar los demás pero una vez que se dió el primer tijeretazo es imposible remediar lo sucedido. 
Nos jugamos un todo o nada sin darnos cuenta con lo que jugamos y cuando eso se acaba aparece la obsesión. Aparece para hacernos creer que sentimos algo, cuando en realidad lo único que sentimos es orgullo.

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