domingo, 9 de septiembre de 2012

Nota creada el 11 de noviembre del 2011:

Duelen las palabras, me duelen esas palabras. Quizás no debí haber sido tan dura con vos, creo que no encontré las palabras justas para expresar lo que sentía en ese momento.
Cuando hablaba con vos sentía que los problemas no existían, ponía cualquier pretexto para seguir la conversación. 
Amaba hablar con vos, nunca fui tan yo hablando con alguien como lo era cuando hablaba con vos. Sentía que podía decir cualquier estupidez y nunca quedaría mal por que te encantaba escuchar esas estupideces. 
Al principio te empece a tomar como un loquito al que quería como amigo, psicólogo, y esas cosas que busca una chica en un chico que recién conoce. 
Con el pasar de apenas un mes ya sentía que lo que me pasaba con vos era diferente a lo que sentía cuando hablaba con otros amigos. Yo sabía que a vos te pasaba lo mismo por que las indirectas, muy directas, nunca faltaban. 
Pero en todo inicio de relación había un tercero en discordia. Un tercero que se llevo 'el premio' alejándome de vos. 
Me dijiste de una vez por todas todo lo que sentías por mi y yo como una idiota, sin saber que hacer, negué todo lo que me pasaba por vos. Lloramos, los dos, inevitable. 
Hoy 11 de Noviembre buscando un archivo en mi computadora encontré una conversación con vos, la última conversación, a la cual le había sacado foto y había guardado como un recuerdo un tanto masoquista de nuestra ultima conversación. 
La leo e inevitablemente una lagrima corre por mi rostro, la cual en tan solo un minuto se convierte e un llanto incontrolable que no puedo calmar con nada. 
Me siento una idiota por haberte hecho sentir así, y odio saber que por miedo negué las cosas que sentía por vos. Te amo, aún te amo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario